Es curioso que esta circunstancia pasase durante mucho tiempo inadvertida y que sin embargo, en estos tiempos modernos, se esté convirtiendo prácticamente en tema de debate. Claro, cuando yo era mocito había según que temas que no se podían mencionar. De hecho había una coplilla muy revolucionaria para la época que decía "Caga Franco, caga el papa y nadie de cagar escapa". Más adelante, ya con el Nuevo Régimen, se podían decir muchas más cosas pero ciertos temas seguían siendo tabú. Digamos que los laboratorios Rovi hicieron una fortuna prácticamente en la clandestinidad. Esta tendencia la rompieron esos yogures que anunciaba José Coronado, bello entre los bellos, que sin embargo no tenía inconveniente en insinuar que el hacía caquitas y no por ello perdió un ápice de encanto y elegancia. Mira que se le ha intentado embromar a ese respecto pero nada, el tipo lo toma con naturalidad y no se arruga ni un poco.
Lo de Coronado parece que levantó una especie de veda no declarada a partir de la cual se empezó a hablar públicamente de estreñimiento. Actualmente diría yo que la publicidad tiene dos o tres temporadas, la de productos navideños y juguetes, la de anunciar colonias y la de los productos con fibra que ayudan a bien descomer. Hace un rato he visto uno de un producto Danone en el que salían José Coronado, pionero del tema, y unas cuantas actrices todas muy monas, manifestando altas dosis de felicidad y augurando una vida plena y alegre a todos aquellos que salgan de casa por la mañana con "los deberes hechos". Ha sido cuestión de tiempo que se caigan las caretas y que la publicidad se centre sobre su objetivo principal: las chicas. Hay que reconocer que caídas las barreras, los publicistas han desarrollado anuncios verdaderamente originales e ingeniosos. Hay uno que me ha gustado especialmente, básicamente porque me regaló con una carcajada sincera la primera vez que lo vi y que con cada reposición me deja una sonrisa. Me refiero a ese en el que Natalia Verbeke le habla a una taza de water asegurándole que piensa regresar todos los días. Otro que tiene tela es uno que ha llegado a casa de una cosa que se llama Casenfibra y que si pulsas en el anuncio verás una historia explícita a la par que refinada.
En fin, creo yo que hay que descubrirse ante los publicistas porque han conseguido hablar con mucha finura de algo bastante zafio. Supongo que esto ocurre porque es cosa de chicas. Si el estreñimiento fuese cosa de hombres sin duda los anuncios serían mucho más explícitos y los productos tendrían nombres del tipo "Cagamuch", "Cacamás" o "Cagalotó"y en los anuncios se vería a jugadores de rugby plantando pinos y sintiendo gran placer en ello y otras cosas por el estilo. Es que para los hombres la mierda es otra cosa. Un amigo mío fue capaz en una ocasión de atascar un inodoro con un truño de dimensiones bíblicas y recuerdo hace años a un tipo que presumía de la hermosura, la salud y el buen comer de su hijo primogénito, que debía contar por aquel entonces dos o tres añitos, comentando en el bar que su pequeño paquidermo había dejado un recuerdo de dos kilos ¿Os podéis imaginar una criatura de tres años dejando dos kilos de mierda en un orinal? ¿Y al anormal de su padre pesándolos? Hechos como este han contribuido a convertirme en el inadaptado social que soy.
Mira esta pobre lo que está sufriendo |
Yo uso mucho la glamurosa expresion "estar que te cagas". Quizas no es muy fisno pero la gente la interpreta perfectamente.... Y no me da verguenza usarla; me encanta.
ResponderEliminarGina
Está bien porque es una expresión de cierta ambigüedad. Cuando algo "está que te cagas" se suele asociar con algo bueno lo cual me lleva a la consideración de que el acto de defecar es considerado intrínsecamente bueno por nuestra culturilla urbana. Por otra parte si alguien me dice "estoy que me cago" pienso que la persona en cuestión está preocupada o incluso aterrorizada. No sé querida Gina Anónimo, no lo veo muy claro. Sincero sí pero claro...
ResponderEliminarEsto esta que te cagas (rico rico). Estoy cagada (asustada). Estoy que no cago (nerviosa). Todas ellas acompanadas por sutil gesto o expresion corporal que las refuerce
ResponderEliminar.... Para mi son claras que te cagas! :)
Gina
Bien traído. Sin embargo recuerdo que hace muchos años iba yo a examinarme nada menos que de selectividad y llegando al centro me encontré a mi amigo Juan Antonio con gesto descompuesto que a modo de saludo me interpeló "¿Qué pasa maestro?" A lo que yo contesté: "Días ha que no cago duro". Es decir que los nervios no producen estreñimiento sino todo lo contrario.
EliminarEn esto te doy la razon.
EliminarGina
Por cierto, ¿te has parado a considerar el nivel casi académico que está alcanzando esta conversación?
ResponderEliminarPues si, cierto es. :)
EliminarGina
Alfredo, no sabía yo que te gustaba tanto el temita, con lo fisno que tu eres. Como siempre me has conseguido hacerme llorar de la risa...
ResponderEliminarEs la típica cosa que la ciencia deja de lado por falta de glamour. ¡Ya es hora de rebelarse contra el ostracismo y la tiranía sexista de esta sociedad opresiva!
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