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jueves, 26 de enero de 2012

Alfonso y Paco

El otro día ha salido la sentencia del famoso "juicio de los trajes", ese en el que Francisco Camps, Paco para los amigos, y Ricardo Costa, otrora Ricard Costa, fueron acusados de cohecho impropio que si lo he entendido bien consiste en aceptar regalos inadecuadamente, a cambio de dádivas que beneficien al regalador. La sentencia ha sido absolutoria y el personal del PP se ha alegrado mucho y oficialmente por ello. Todo el caso es un lamentable y patético cúmulo de despropósitos.

Para empezar, en su día fueron acusados Camps y Costa y unos cuantos miembros más del gobierno valenciano. Federico Trillo se presentó en Valencia y consiguió que dos se autoinculpasen, algo por lo que han sido castigados. Estos dos estuvieron a punto pero creo que en el último momento Paco, que se dirigía hacia el juzgado en su coche oficial, cambió de opinión y se dio media vuelta dispuesto a resistir. Los autoinculpados sí, los juzgados por los mismos hechos no. Me lo expliquen.

La sentencia incluía perlas tales como que ni Camps ni Costa podían firmar contratos y que por lo tanto era ocioso regalarles nada a cambio de un beneficio de ese tipo. Como si no pudiesen hacer una llamada al individuo que sí que podía asignar formalmente los contratos en cuestión. Penoso. Penoso también lo de Cospedal, llenándose la boca de honor mancillado y jilipolleces por el estilo cuando de lo que se tenía que haber ocupado, hace ya años, es de quitar de en medio a toda esta gentuza.

A mi esto de Camps me recuerda mucho a Alfonso Capone. Capone fue un tipo que cometió todo tipo de delitos, que asesinó y ordenó asesinatos y que violó tantas leyes como se le pusieron por medio. Con méritos suficientes como para haber terminado en la cámara de gas - creo que es lo que se estilaba en aquella época en su país - la justicia sólo fue capaz de mandarlo a presidio durante unos años por no pagar impuestos. ¿Qué habrá hecho Camps? Ni se sabe. Probarle no le han probado nada, ni tan siquiera lo de los trajes regalados. Lo obvio, lo que muchos podemos ver, sobre todo los que no somos valencianos, es la ruina de su tierra con tanto fasto, tanta especulación y tanta mierda. El reemplazo que le han buscado, Alberto Fabra, que pese al apellido tiene pinta de persona honrada, se avergonzaba públicamente hace poco de la situación lamentable de los niños sufriendo la falta de calefacción en las escuelas por los impagos de la Generalitat. Pues esa vergüenza ha sido causada por el señor Camps y su equipo, que son todos formal y oficialmente inocentes cual niños de pecho. No sabemos y quizás nunca sabremos porque nunca se probará, la piratería, el choricero y la desvergüenza de esta gente, por más que nos la imaginemos, que se huela, que se palpe en el ambiente... Paco es como Alfonso pero con más suerte porque no va a la cárcel ni por "delitos colaterales". Será porque a diferencia del otro, Paco no ha matado a nadie que sepamos.

No preocuparse, otro día hablamos de Pepiño que también tiene lo suyo. No hay que ser de ningún partido en particular para apestar a chorizo.

Culitos juguetones

Vamos a darle una segunda oportunidad a la hipótesis de Arribas pero así de momento, "Sexo explícito" no es ni mucho menos la más arrolladora del blog. A ver si especificando partes anatómicas se anima más la cosa...

miércoles, 25 de enero de 2012

Españistán Cañí

Hoy he tenido un día bastante intenso y me encuentro con incontinencia digital. Españistán está vivo, muy vivo, y no tiene desperdicio. Luis G. Berlanga, que en gloria esté, nos dejó una obra inacabada que podía haber continuado por los siglos de los siglos. Como en algún momento prometí ser más breve aquí de lo que solía ser en Lo que me gusta voy a hacer un esfuerzo de síntesis y de contención y a hablar sólo de lo que más morbo me ha dado: Las Vegas en Madrid.

Parece ser que anda por ahí un tal Sheldon Adison que posee cantidades exageradas de dinero pero que quiere hacer todavía más y ya de paso demostrar que por dinero cualquiera está dispuesto a hacer lo que le pidas. Y en eso estamos. El bueno de Sheldon está por la labor de poner unos garitos para que propios y extraños se jueguen unos dinerillos y se beban unos cubatas. La magnitud del proyecto es tal que podría dar lugar a nada menos que puestos de trabajo 200.000. A cambio Sheldon pide unas naderías que se están estudiando porque semejante alud de puestos de trabajo nos arregla el panorama que te cagas y oye, si hay que tocar alguna ley de nada pues se toca y ya está, que para eso semos liberales. Más ó menos así lo explicaban Ana Botella y Esperanza Aguirre, la primera haciendo gala de su habitual insustancialidad y la otra aplaudiendo con los labios mayores ante semejante despliegue de liberalismo. Los taxistas de Alcorcón, posible ubicación del garito, valoran muy positivamente todo el asunto.

¿Y qué naderías pide Sheldon? Pues nada. Bueno casi. Pide 25 millones de euros, que le regalen la tierra donde va a situarse el negocio, que con este fin se expropie lo que sea menester, que le desplacen el vertedero de Valdemingómez porque no le gusta donde está, que no le cobren impuestos de la pasta que gane, que le dejen acomodarse la ley laboral a lo que le venga bien a él y ya para recochineo total, que se exima a su negocio de cumplir la ley antitabaco. A cambio de eso Sheldon va a construir ¡UN CASINO!. Pero no un casino cualquiera sino uno maravilloso que generará tal aluvión de beneficios que permitirá continuar la construcción de este maravilloso complejo lúdico y festivo y llenarlo todo de hoteles horteras como los de Las Vegas, campos de golf, más casinos, más hoteles, más campos de golf y así hasta el infinito para que 200.000 españoles más puedan ganarse la vida como camareros, camareras, limpiadoras, limpiadores, mozos, botones, recepcionistas, técnicos de mantenimiento, crupiers, cadis y todo ese largo etcétera de oficios de alta cualificación y brillante futuro que genera este tipo de negocio. Todos estos empleados cobrarán sin más lo que Sheldon considere oportuno y probablemente carezcan de cotizaciones a la Seguridad Social, un invento comunista que desagrada a Sheldon profundamente. Sus sheldon-sueldos servirán para pagar unos pocos de impuestos con los que mantener los coches oficiales de la CAM, que Sheldon no pagará porque pasa de pagar impuestos y así lo advierte de antemano y para que el ministro de trabajo, Esperanza Aguirre y el mismísimo Rajoy salgan en la tele muy sonrientes, diciendo lo mucho que han hecho bajar el paro con sus recetas ultraliberales. Si la declaración se retransmite desde el casino de Sheldon, Rajoy podría dar el resultado de la EPA fumándose un puro ¿no es prodigioso?

Yo lo veo así: 200.000 puestos de trabajo de baja cualificación a cambio de poner el culo y aceptar el derecho de pernada. Y todo para construir unos casinos, un lugar donde nada se crea ni se construye y simplemente unos bobos tiran su dinero intentando pronosticar la siguiente carta que va a salir de una baraja. Una estupidez.

Los españoles siempre fuimos pobres como las ratas pero antes nos dejábamos matar que perder la dignidad. No me parece que esto deba cambiar. Que Sheldon se meta su casino por el culo y si no que respete la ley y a los ciudadanos que nos la hemos dado en lugar de venir a tratarnos como a unos muertos de hambre.

domingo, 22 de enero de 2012

Sexo Explícito

También como parte de la recuperación de actividades tradicionales, he estado realizando unas tomas (de cerveza) con mis amigos F y J. Entre otros temas diversos estuvimos hablando de las visitas a los blogs. Desde luego hay algunas de los más peregrino, desde Ucrania, Chile, Singapur... lugares así. Según J, que sabe de todo, es cuestión de palabras clave en buscadores. No me parece desatinado porque mi entrada "Acosado" en Lo que me gusta y lo que no me gusta, es una de las más exitosas. Por ello y atendiendo a la hipótesis de J he decidido hacer esta nota, titularla como la he titulado y ver cuantas visitas recibo. Por lo demás no tengo la menor intención de hablar de sexo ni explícito ni implícito, faltaría. Este blog es para todos los públicos, el día que decida tocar esos temas lo haré bajo pseudónimo.

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21 de enero de 2012, 0 visitas a esta entrada

Al otro lado

Llevo toda una semana en Españistán pero he estado muy atareado, al igual que lo estuve los últimos días de mi vida francesa. No obstante ya vamos recuperando el ritmo así que creo que ha llegado el momento de retomar las buenas costumbres y hacer un poco de crónica. Dentro de mil años existirán un tipo de arqueólogos que, en lugar de excavar en arenales, lo harán en antiquísimos registros de datos electromagnéticos que tendrán que recuperar y restaurar para poder traducir documentos escritos en las lenguas de "los antiguos" y así conocer la vida, costumbres e historia de aquellos que les precedieron, de como el mundo pasó de verde y azul a marrón y gris (gris rata) y de como la lengua entonces conocida como "español" perdió la forma "usted". Aquí está mi tarea, en dejar constancia de cómo sucedieron estas cosas y otras muchísimo más interesantes.

En el capítulo de "cosas más interesantes" hago notar al respetable el natalicio de Carlos Navas Serrano, nuevo y hermoso descendiente de los Navas-Serrano-Pérez-Nievas de Cizur Menor. La criatura ha pesado no sé qué barbaridad de kilos y ha venido al mundo con las dimensiones épicas que el médico había pronosticado. Los padres, abuelos y demás parientes y amigos de la familia del neonato se encuentran henchidos de satisfacción y felicidad exceptuando quizás a su hermano mayor por más que no haya formulado conscientemente sus sentimientos encontrados. Desde aquí transmito mi felicitación más calurosa a los felices padres y mi promesa de dar una vuelta por Pamplona para contemplar a su hijo en cuanto me sea posible.

En esta semana en Españistán he estado observando a los nativos al igual que hiciese en Francia. La verdad es que damos mucho juego... Está bien comparar con los franchus y evaluar diferencias y apostar por la evolución de cada sitio. Más ahora que a ellos les están empezando a tocar las agencias de calificación y esas merdés tan de moda en estos días. La primera y gran diferencia que he encontrado entre unos y otros es la actividad laboral. Así como en alguna ocasión he comentado que los franceses jamás pasarán a la historia como un pueblo laborioso y trabajador, veo que los españolitos de mi nuevo curro se dejan la piel, le echan horas y ganas y nadie se queja ni un poquito. Todavía puede ser un poco temprano para decirlo pero me da la impresión de que esta es una actitud bastante extendida. No acabo de entender a santo de qué la Merkel de las narices nos acusa de perezosos. Desastrados y desorganizados puede pero vagos jamás.

Ayer estuve cenando con P y unos amigos amigos en un restaurante de Madrid, Soma. Se trata del restaurante del Hotel Soma, situado en la calle Goya 79. No hace mucho se llamaba Bauzá. El lugar es curioso y agradable y se come bien. Recomendable. El caso es que tuve un momento de lucidez (sin haber bebido en exceso) y planteé que con todas las diferencias, nuestro país tiene más fundamento para salir de la crisis que los franceses porque aquí nos han hecho ya casi de todo y todo el mundo lo admite, y todo el mundo arrima el hombro y colabora de mejor o peor grado. Cuando las cosas empiecen a pintar mal en Francia y comiencen con las restricciones, y creedme que allí hay muchísimas más cosas que restringir que aquí, el país se va a convertir en un concurso de quema de neumáticos en la vía pública. Tiempo.

He observado muchas más cosas en esta semana pero si las cuento ahora van me va a salir una entrada larguísima que no invitará a la lectura y por otra parte sufriré una sequía de ideas que me mantendrá alejado de la literatura una temporadita así que mejor en pequeñas dosis.

Besos

sábado, 7 de enero de 2012

El momento inadecuado

Estas cosas siempre llegan en el momento más inadecuado. Esta frase, repetida o cuando menos intuída por todos los ricos del mundo en su lecho de muerte viene a ser el mensaje que últimamente le doy al personal de mi empresa francesa. Con ello vengo a explicarles que no estoy enfadado con ninguno de ellos ni preocupado por el futuro de la empresa sino que, simplemente, me voy por una serie de conveniencias profesionales y que yo por mi me habría quedado más pero que las oportunidades se presentan cuando quieren, no cuando se encargan. Eso parece que les convence y tranquiliza y les permite mantenerse dentro de la armonía. Ahora resulta que me querían, y mucho. Me querían los jefes, los colegas, los mandados y hasta la chica de la recepción. Fuera de mi casa soy sin duda un ser adorable. Esta semana me han organizado un festejo y, para bien cagarla, mi exjefe y el director supremo han tenido la ocurrencia de dar unos speechs y me han jodido porque me han puesto blando, con lo duro y lo tieso que soy yo. Mi reputación por los suelos. Yo quería largarme de la empresa como Vaclav Havel del palacio presidencial de Praga, por la puerta de atrás y con sus cuatro cosas en una bolsa de deportes pero nada, despedida con fanfarria.

Están pasando más cosas en el momento inadecuado, por ejemplo, que estoy empezando a entederme en francés. Justo ahora que me voy y que se me olvidará porque es un idioma de poco uso, menos incluso que el nuestro. Hay dos o tres cosas más que están aconteciendo fuera de lugar, a saber:

De buenas a primeras y sin mediar explicación de ninguna clase mi TV ha recuperado un puñado de canales de películas que no funcionaban. No importa mucho porque son en general unas películas malísimas pero mira, hoy resulta que se han descolgado nada más y nada menos que con una joya del maestro de la risa, Louis de Funes. Una que se llama "Soup aux choux" que ya me he ocupado de saber que en España la titularon "Mi amigo el extraterrestre". Aquí la tengo puesta, mientras escribo. Tarde y mal me llega el humor francés, no consigo esbozar una sonrisa con los aspavientos del gran cómico, ni con sus carreras tirándose pedos, ni con el simpático extraterrestre al que invita a un plato de soup aux choux (sopa de col, debe ser por eso por lo que luego se tira pedos) y que parece un aborto del muñeco de Michelín mezclado con el mayordomo de Netol y coloreado por los payasos de la tele con Fofó al frente.


"Mi amigo el extraterrestre" ¡Qué película para una siesta!

Otra cosa que me ocurre en mal momento es que he descubierto que tengo buena mano como vendedor de muebles usados. Ya ves, veinte años perdiendo el tiempo con la Biotecnología de las narices para descubrir que lo mio es la venta ambulante. No somos nadie.

Precisamente por esta falta de oportunidad era que me preguntaba yo el otro día si sería el momento más adecuado para volver a mi pueblo. El paro sube y los impuestos también. ¿A cuanto va ahora la gasolina? En fin, no puede ser peor que las aventuras del extraterrestre imbécil y Luis de Funes pedorreando.