Vistas de página en total

domingo, 18 de diciembre de 2011

Las cenizas de Angela

Seguro que todo el mundo conoce la historia de "Las cenizas de Ángela" pero por si acaso la resumo. La historia es de un tal Frank McCourt, irlandés pese al apellido y que por lo visto es la autobiografía del autor. Angela es su madre y las cenizas son de los cigarrillos que fumaba, no es que la incinerasen. En aquel entonces no se incineraba a nadie y menos a los irlandeses que eran muy católicos. Aquel entonces son los años 30, época de gran hambre y profunda miseria para los irlandeses, exactamente igual que todas las anteriores desde que conocieron a los ingleses allá por 1169 o cosa así, y tan miserable como todos los años posteriores hasta que entraron en la UE y finalmente salieron de la necesidad durante una temporada hasta que recientemente han vuelto a su tradicional condición como de todos es sabido.

En "Las cenizas de Angela" la familia McCourt empieza su historia viviendo en Estados Unidos donde el señor McCourt, católico y alcohólico, se malgana la vida y más o menos mantiene a su familia. En base a no se sabe que brillante razonamiento, los McCourt deciden volver a la madre patria, a Limerick, Irlanda, donde conocerán el verdadero significado de la palabra "miseria". En sus reflexiones Franck, autor y protagonista de la historia comenta que, mientras que la inmensísima mayoría de los irlandeses en la época circulaban desde Irlanda hacia los Estados Unidos, ellos viajaban en sentido contrario. Pues todo esto se me está viniendo a la cabeza estos días.

Es bien conocida mi afición a periódicos e informativos de radio y televisión y recientemente se escucha con insistencia hablar de las malas expectativas laborales de los españoles en general y de los jóvenes en particular y hablan de la emigración como una solución para muchos, particularmente para las gentes con mejor capacitación profesional. Y claro, yo que llevo ya ocho años de emigrante ahora voy y enfilo hacia Madrid, justo cuando la gente empieza a marcharse de España como hicieron en los años sesenta y setenta a buscar un futuro y unas oportunidades que en su país ya no esperan. Dejo el trabajo en un país bastante más robusto que el mío y me marcho a Españistán y mira, no hago más que acordarme de Franck McCourt y su viaje a la miseria y me pregunto si eso es lo que nos espera...