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jueves, 25 de abril de 2013

La prestación

De resultas de mi ingreso en las legiones del paro me fui una buena mañana a la oficina del INEM del barrio, un lugar muy concurrido, para darme de alta en el club y pasar a cobrar la prestación por desempleo que solicité a través de una funcionaria bastante desagradable como ya tuve ocasión de contar. Allí me asignaron un pago francamente reducido respecto de mi sueldo anterior y con una expectativa de duración bastante limitada, un año más o menos. Pregunté por qué tan corta duración considerando que llevaba cotizando bastantes años, de hecho unos 18 en España. La respuesta fue que sólo se computaban los últimos cinco años y de esos, efectivamente había pasado al menos uno y medio fuera del país; los años anteriores ya no se miran. En fin, el caso es que me asignaron 49 euros y no sé cuantos céntimos al día sobre los que me harían alguna retención.

Cerrado mi acuerdo laboral en Italia, me pareció que lo correcto era volver al INEM y hacérselo saber para que no me paguen más, al fin y al cabo ya no necesito ese dinero y alguien habrá que sí. Y si se va en comisiones o despilfarros que no sea con mi connivencia, qué leche. El caso es que el pasado 12 de abril me presenté con mis papelitos en la oficina del INEM. El funcionario recio, el que nos recibía a portagayola, me agarró el papelito y me puso un sello pero cuando le conté que yo no quería renovar sino cancelar, quedó un tanto desconcertado. Me hizo saber que todo lo relacionado con prestaciones iba por cita previa pero claro, en mi caso lo de la cita previa era complicado porque yo emigraba el lunes y estábamos a viernes. Me dieron un número de fax al que podía enviar mi solicitud de dejar de cobrar pero no me inspira mucha confianza a mi eso del fax.

Como la conciencia Sánchez-Gordillo que según el facha de mi amigo tengo no me deja en paz, he vuelto al ataque. "Esto tiene que ser más fácil" me dije y la emprendí con la internet. Efectivamente llegué a una página web del INEM que ahora se llama SEPE y efectivamente encontré una opción para dar de baja mi prestación. Hay que pedir cita previa o usar DNI electrónico o utilizar una combinación de usuario y clave que en ningún sitio se explica cómo conseguir.

Empecé por la cita previa. Tras unos cuantos intentos con mi ordenador pedorrero del trabajo - un día de estos tengo que contar la difícil relación de los italianos con la tecnología- conseguí llegar a la cita previa. 29 de abril. Si le gusta pulse "CONTINUAR" si no "VOLVER". Como el día no me iba bien volví y el programita me llevó al principio de los principios del que me había costado varios minutos e incontables palabras malsonantes volver. Como el ordenador va a pedales, decidí intentarlo de nuevo con mi Apple-Ferrari y en eso he estado hace un rato.

Vuelvo a la página del INEM/SEPE y nuevamente me encuentro las opciones usuario misterioso, DNI electrónico, cita previa. También un número de teléfono que desde Italia no quise marcar. La última vez que me renové el DNI me dieron una cosa referente al DNI electrónico que tengo olvidada en un cajón, una ocasión para recuperarla. La encuentro, me leo un folleto larguísimo y la conclusión final es que necesito una adminículo lector de tarjetas del que carezco. Via muerta. Finalmente recurro al método tradicional, la llamada telefónica. Una voz grabada me cuenta una historia interminable al cabo de la cual me da unas cuantas opciones entre las que elijo la que más se ajusta a mis propósitos. En ese momento la voz me comunica que el tiempo de espera estimado es de más de seis minutos, mensaje que repite una y otra vez como el robot que es. Paso más de seis minutos escuchando que tengo que esperar más de seis minutos cuando una lejana vocecilla masculina que me trata con inusitada familiaridad me pregunta qué quiero. Ha sido muy curioso porque el tipo me ha tratado como si me conociera, de tú por supuesto, y me ha preguntado dónde me había ido y cosas así. Finalmente me ha explicado que no me podía solucionar el asunto por teléfono y comprendiendo mis dificultades para llegarme a la oficina de desempleo me ha recomendado que escriba mi solicitud en una carta, que lo acompañe de una fotocopia del DNI y que lo envíe por correo certificado a mi oficina del INEM del distrito. Lo voy a hacer, no se diga. No estoy seguro de que dejen de pagarme pero al menos tendré coartada cuando vengan a reclamarme. Por cierto, creo que ya estamos en 6.202.700 que es como si toda Cataluña estuviese en paro o nadie trabajase en la Comunidad de Madrid. No me lo explico, de verdad.


Funcionario recio recibe a parado bravo en la oficina del INEM




lunes, 22 de abril de 2013

Con nombre y apellidos

No tengo costumbre de poner los nombres de nadie en este blog por más que de vez en cuando saque alguna foto poco agraciada de alguna amistad. Lo de la foto "hace risa" pero lo del nombre, ya sé que es tontería porque casi todos nos conocemos, es como violar un poco la intimidad. Hoy voy a hacer una excepción, voy a dar el nombre y el apellido de una persona pero antes voy a contar la historia ejemplar de este protagonista, hasta ahora anónimo, de la vida de nuestro país.

Durante mi búsqueda de trabajo fui a dar con un emprendedor, un tipo de los que andan construyendo el país y de los que dependen nuestro presente y nuestro futuro. en resumen, uno de los pilares de la patria. Este hombre es CEO de una compañía que se llama Alphasip y que se dedica a desarrollar y comercializar un equipo electrónico que es capaz de detectar cantidades infinitesimales de determinadas sustancias en muestras biológicas, como por ejemplo, cocaína. Es fácil imaginar la utilidad del aparato.

El protagonista de mi historia es aragonés, de familia con posibles, casado con hijos, debe rondar los 40, y destaca en su indumentaria la presencia muy evidente de los colores de la bandera de España: cinturón, pulsera, pin en el ojal... Obviamente no tengo nada contra utilizar los colores nacionales como cosa decorativa, yo mismo gasté un llavero con la bandera durante un tiempo hasta que se me rompió; un merchandising del Ejército del Aire que me regaló un amigo a la sazón empleado de la empresa. El caso es que en él, el uso de la bandera era como para dar por sentada una postura en la vida, muy patriota él. Este detalle me parece importante por lo que más adelante relataré.

Ya conté que este empresario me manifestó un grandísimo interés en contar con mis servicios pero me avisó que no podría pagarme como lo hacían las empresas en las que había trabajado con anterioridad. Yo le hice saber que, siendo mi alternativa la emigración y siendo x mi último sueldo, estaba dispuesto a aceptar 0,7x, es decir, un 30% menos de lo que ganaba, que es lo mínimo que necesito para mantener mi casa. Me aseguró que eso era lo que tenía él en mente como cantidad. Hablamos un par de veces, la última en una feria de temas de defensa muy curiosa, en Madrid. Es esta última me comentó algunas ideas un tanto originales sobre la contratación de chinos para trabajar haciendo anticuerpos. "¿De chinos? ¿Chinos de la China?" pregunté incrédulo. El empresario me explicó que chinos de la China pero ya ubicados en España, que trabajan mucho por muy poco dinero porque claro, hay que sacar un margen para poder pagar sueldos de cierto "empaque" como el que yo aspiraba a ganar. Es fácil suponer que esto me mosqueó bastante pero como en el fondo soy un cándido decidí que aquello no iba en serio.

Un par de días después recibí un SMS del señor en el cual me contaba una serie de penurias y concluía con que el sueldo que podía ofrecerme era de 0,3x. Lo primero fue un ataque de risa. Luego le envié un  correo manifestando mi comprensión y solidaridad y expresándole mi imposibilidad de aceptar su "generosa" oferta y proponiéndole a cambio seis días al mes de consultoría por esa misma cantidad. El tío no me contestó. Sospeché entonces y ahora estoy convencido de que no se creía que tenía una oferta con una multinacional encima de la mesa como le había dicho - piensa mal y acertarás- y que estaba probando si la necesidad me empujaría a aceptar ofertas bajas. Como últimamente el viento de la fortuna parece que sopla a mi favor el lunes pasado, hace hoy ocho días, tuve una cierta satisfacción moral en este asunto. Estaba en mi nueva oficina cuando por la tarde sonó mi móvil. Atendí la llamada y era este caballero del que hoy hablo. Me venía a contar que había vuelto a tratar con sus familiares/accionistas y que podía mejorar la oferta y que en qué andaba. En ese momento le dije que en mi nuevo trabajo y que ya era demasiado tarde para su proyecto. Me preguntó entonces si conocía a alguien de perfil profesional similar al mío e inmediatamente me vino a la cabeza una ex-compañera que está buscando trabajo desde hace unos meses. "Sí, conozco una chica muy válida y muy eficiente", le dije. Y aquí es donde el fulano se acabó de retratar: "Muy bien, pues háblale de nosotros. Oye, y si conoces algún tío mejor, que yo soy de la vieja escuela y prefiero trabajar con hombres". Le dije que por supuesto, si bien no tenía la más mínima intención de hablarle de su proyecto a ningún conocido, no creo que se lo merezca.

En fin, me parece a mi, humildemente, que se hace mucha más patria ofreciendo sueldos dignos a ciudadanos normales que intentando contratar chinos de tapadillo para explotarlos y no discriminando a las mujeres que llenando tu indumentaria de banderas nacionales. No sé que vieja escuela será esa de la que procede este caballero pero espero que sea demolida por obsoleta a la mayor brevedad.

Para que no queden dudas, el protagonista de mi historia se llama Miguel Roncalés y esta es la cara que tiene. Por si os lo cruzáis, que sepáis con quien estáis hablando.


Miguel Roncalés, CEO y fundador de Alphasip.

La entrevista III (y ya lo dejo que huele)

En realidad hago una "Entrevista III" porque la segunda parte fue deprisa y corriendo y lo justito para colocar el enlace en el blog. Tiene gracia no obstante los comentarios, publicados o no, que han ido apareciendo al hilo del asunto. Mi amigo J, siempre atento y mordaz, ha decidido equipararme con Sánchez Gordillo, el alcalde de Marinaleda y diputado andaluz de Izquierda Unida, famoso entre otras cosas por los asaltos a supermercados. Me llama Sánchez-Gordillo y luego dice que se ha emocionado escuchando la entrevista, a este chico cada día cuesta más entenderle. En fin, equiparar a un tipo con mis condiciones de vida, tan burguesas ellas, con la trayectoria de activista-comunista-iluminado del tipo de Sánchez Gordillo es o una muestra de imaginación desbocada o ganas de dar por saco. Me da a mi que más bien lo último.

Lo que se escuchó en la radio fue mi voz, es decir que todo lo que se escucha en la entrevista lo dije. Además, aunque hablé con la periodista bastante más tiempo y dije bastante más de lo que sale, las cosas que aparecieron las pienso de verdad pero también otras que no aparecieron, la edición es lo que tiene.

Hablé de la PAH, la Plataforma AntidesaHucios, y comenté que estaba encantado con ella. Lo estoy porque a fecha de hoy son la única iniciativa que está consiguiendo que no se deje a gente en la calle de manera efectiva, algo que a los políticos les preocupa mucho pero les da igual visto las medidas que se toman. Luego han seguido algunos jueces, algunos ayuntamientos, pero los que han dado la cara "a cojón sacao" desde el primer momento han sido ellos y eso tiene un mérito. También comenté que hay que hacer la revolución pero no me han acabado la frase. Pedí que cada uno de nosotros asuma sus responsabilidades, que trabajemos con seriedad, que hagamos las cosas bien simplemente porque es lo correcto y que dejemos de pensar en el enriquecimiento rápido; comenté que hay mucho político, banquero y empresario sinvergüenza pero que no han sido pocos los particulares que han comprado pisos para especular con ellos. También dije que no hay que dejarse pisar, que hay que hacerse valer y no venirse abajo, que ninguno somos una mierda mientras alguien no lo demuestre de manera efectiva e indubitable y que no hay que conformarse con lo que te quieran dar.

En fin, un poco absurdo si lo piensas porque yo he optado por irme en lugar de quedarme a pelear en mi tierra a ver si consigo ayudar a desatascarla. No parece que esté predicando con el ejemplo pero es que tampoco quería acabar recurriendo a los chicos de la PAH...


miércoles, 17 de abril de 2013

La entrevista II

Por fin llegó el día. Me pilló en la Estación Termini, en Roma, así que no la escuché en directo. Es terrible esto de la edición...



La entrevista monologada

jueves, 11 de abril de 2013

La entrevista

¿He comentado alguna vez que escucho mucho la radio? No, creo que no lo había dicho nunca. Pues sí, oigo la radio. Y desde que no tengo que ir a trabajar más. Escucho la cadena SER, que dice mi amigo que es la radio de los progres y que por eso me gusta. No sé de donde se ha sacado que soy un progre, en mi casa no hacen más que decirme que estoy hecho un facha. Bueno pues el caso es que yo abro el ojo y enchufo la radio y me habla Pepa Bueno. Ahora habla diferente de cuando lo hacía en el telediario de TVE, se ha vuelto como más agresiva. Más tocapelotas, diría yo. Además parece haber corregido un defecto que tenía antes y que consistía en aspirar aire de manera ruidosa antes de iniciar una frase. Se agradece.

El caso es que las mañanas de la SER están ocupadas por un espacio que se llama "Hoy por hoy" y dentro de ese espacio hay una sección titulada "Diario de la crisis" en el cual gentes diversas cuentan sus experiencias, positivas o negativas, como víctimas involuntarias del marasmo en el que vivimos y que está reduciendo el país a la mínima expresión. El lunes di en escuchar a un gallego que decía ser doctor en Ciencias Químicas, que llevaba un año en paro y que sólo recibía ofertas del extranjero pero que no quería irse. Después de escuchar esto tuve un pronto de inspiración y escribí una nota a diariodelacrisis@cadenaser.com que decía lo siguiente:

Soy biólogo, tengo 49 años y llevo más de veinte trabajando en la industria de la biotecnología. Durante los últimos diez años internacionalicé mi carrera y he trabajado para diversas multinacionales y compañías menores fuera de España. En enero de 2012 me vine a España, a Madrid, mi ciudad, con la ilusión de volver a mi lugar y a mi gente y de traer mi experiencia y conocimiento a mi país, con ánimo de devolver a la sociedad un poco de lo que recibí. En enero de este año mi contrato fue rescindido y por primera vez en mi vida me encontré tramitando mi percepción de desempleo y por primera vez en mi vida tuve la ocasión de conocer en carne propia aquello por lo que han pasado seis millones de mis conciudadanos. Y los que quedan.

El próximo lunes empiezo a trabajar de nuevo. Lo hago para una compañía multinacional extranjera, en un país extranjero del que no sé si volveré. Intenté buscar trabajo en España pero me ofrecieron el sueldo que ganaba hace doce años, probablemente por ver si la necesidad me animaba a asumir semejante retroceso en mi situación profesional.

Hace unas semanas di una charla de orientación profesional a los estudiantes de Biología de mi antigua universidad. Creo que lo más importante de lo que dije fue recomendar a mis oyentes que se valoren, que no se resignen a la miseria ni al ninguneo, que no se rindan. Las oportunidades llegan y si no, se las construye uno.


Yo pensé que mi correo haría el número tres millones o algo así pero cual no sería mi sorpresa al recibir una respuesta al poco tiempo de Maika Ávila, una de las redactoras del programa, pidiéndome mi número de teléfono que con gusto le di. Al poco me llamaba la antedicha Maika para concertar una entrevista. Rápidamente reconocí su voz radiofónica y quedé con ella para una entrevista telefónica el miércoles (hoy) a las 10:30. Me explicó que era una entrevista de diez o quince minutos que luego se edita y se queda en dos que son los que se emiten en el programa. Ni que decir tiene que acepté encantadísimo, la perspectiva de salir en la cadena SER me llenaba tanto de entusiasmo que no me cabía un alfiler en el culo.

Lo primero que hice fue contárselo a mi santa que lleva varias semanas chuleándose de que Lorenzo Silva le ha contestado un Tweet. ¡Ya ves! ¡Un tweet! Ya le he dicho yo, a algunos les contestan un tweet y a otros nos entrevista la SER en prime time con dos millones de oyentes. Cuestión de categoría. Luego se lo conté a mis amiguitos del alma y por último a mi madre para que esté orgullosa de su hijo que ha evolucionado de alumno de las Escuelas Aguirre a tertuliano de la primera cadena nacional de radio.


La entrevista, además de emitirla, la cuelgan en la página web y me pidió Maika una foto para acompañarla. Le pedí una a la envidiosa de mi mujer que después de proporcionarme varios horrores decidió facilitarme esta:




Me vi hermoso y no se me aprecian ni la calva ni la lorza. Genial. Procedí a enviársela a Maika. Lamentablemente me dijeron que la calidad de la imagen no es buena, poca definición, muy oscura... No es publicable ¿tienes otra?

Tra buscar y buscar encontré dos medio presentables, una trajeado en la boda de un amigo y otra de unas vacaciones de buceo. Estas:






Se las he enviado para que elija lo que encuentre más conveniente.

Hoy ha sido la entrevista en cuestión. A las 10:25 me ha llamado Maika para decirme que se retrasaba hasta las 10:45. "Ningún problema, aquí estaré". A las once menos cuarto aguardaba yo la llamada entre el entusiasmo y la incertidumbre ¿Sería capaz de hilar un parlamento coherente y claro que reflejase mis ideas? ¿Me atascaría y tartamudearía diciendo una sarta de memeces?


Quince minutos antes de las once sonó el teléfono y comenzó la hora de la verdad. Como si fuese a proceder a una práctica médica, Maika Ávila me explicó lo que iba a ocurrir, que si iba a pasar la llamada al estudio, que si unas preguntas, que si empieza diciendo quien eres y tu edad si quieres... De fondo escuchaba a Pepa Bueno hasta que me pasaron al estudio ese en el que ya sólo escuchaba a mi interlocutora. Me hicieron contar hasta diez para ajustar el sonido y ¡hala! a largar. Como el niño obediente que siempre he sido relaté mi vida y milagros en versión abreviada y luego contesté a las preguntas que tuvo Maika a bien hacerme, que si cuando va a terminar la crisis, que si que se puede hacer, que cómo veo el tema de la ciencia con tanto recorte... 


Pasado el trámite pregunté cuándo esperaba emitirlo. Me dijo que el lunes o el martes y me volvió a recordar que se cuelga en la web. Me imagino que la periodista hará un filtrado de mis palabras y las compondrá de manera que sirvan al mensaje que la emisora quiere transmitir, en fin, ya veremos. El día que la publiquen ya me encargaré de meter bien de ruido.


Toda una experiencia.

miércoles, 10 de abril de 2013

Un océano indeseable

Desde que me dedico a la vida de parado mi participación en las tareas domésticas ha aumentado enormemente. Antes hacía la compra y la comida y me ocupaba de alguna cosilla relacionada con temas de limpieza. Ahora no, ahora le doy a la aspiradora, limpio baños, pongo lavadoras como bien recordarán los seguidores de este mi humilde blog, etcétera. Normalmente la calidad de mi trabajo viene siendo considerada "insuficiente" por mi supervisora que llega de trabajar con los ímpetus de un Miura y el humor de un magistrado del supremo con dolor de muelas pero a mi me da igual. Yo tengo la conciencia tranquila y me digo aquello de que en peores garitas hemos hecho guardia y como si tal cosa me quedo.

Pero lo cierto es que en esta nueva vida de desempleado hay una cuestión que me está provocando una profunda desazón. Me refiero a los pelos. Mi casa está llena de pelos. Se distingue perfectamente a quien corresponde cada pelo, la mitad son de mi santa y la mitad de mi niña que además se los ha teñido de rojo y va dejando un reguerillo de colorao por los cuartos de baño. Los putos pelos se esconden en cualquier sitio para reaparecer insultantes en mitad del suelo o del lavabo cuando acabas de limpiar y te crees que todo está "niquelao". Los puñeteros pelos se agarran al sustrato con fuerza inusitada, particularmente cuando se mojan. En ese caso acabo recogiéndolos a mano mientras profiero toda clase de insultos contra los pelos y elevo al cielo mi ardiente deseo de una epidemia de alopecia femenina que ha fecha de hoy ha sido, como tantas de mis peticiones al cielo, ignorada. Tanto da lo que haga uno, al final los pelos vuelven y toman posesión de sus zonas. Meditaba yo esta mañana sobre el particular y me ha venido a la memoria una especie de islas artificiales formadas por la acumulación de plásticos de todo el mundo universo. Al parecer hay dos, una en el Atlántico y otra en el Pacífico, en las que se acumulan los desechos plásticos que llegan al mar y que poco a poco, las corrientes se ocupan de agrupar. Me pregunto si en algún lugar del mundo existirá una gran bola de pelos donde poco a poco se van acumulando los millones de cabellos que las mujeres van desprendiendo cada día o si simplemente formarán un indeseable océano subyacente a nuestra realidad cotidiana contra el que los amos de casa accidentales tenemos que combatir sin futuro ni esperanza de victoria.

Lo que más me calienta de este tema de los pelos es el hecho de que todos los pelos que me encuentro sean de tía y que sin embargo el que se está quedando calvo soy yo. ¡Joder, no hay justicia en este mundo!

Mi calva, tan discreta ella.

Un respeto

Vamos a ver. Esta mañana he escuchado al nefando Alberto Ruiz Gallardón, a la sazón Ministro de Justicia e Interior, declarar que la dación en pago de las hipotecas que muchos españoles - apostaría que la mayoría- reclamamos, no es posible. La razón que aduce el señor ministro es que en esas circunstancias nadie compraría una casa en la siguiente generación de españoles porque en tal caso las hipotecas no cubrirían más de un 50% del coste de los inmuebles y claro, privaríamos así a muchos ciudadanos de su derecho a comprar un piso.

Como el señor ministro es un hombre inteligente no me cabe más que pensar que el señor ministro ha decidido que la mayoría de los españoles somos deficientes mentales. Sólo así se puede entender que el señor ministro espere una nueva generación de ciudadanos contratando hipotecas por el montante de su sueldo bruto de al menos diez años, no olvidemos que los sueldos bajan y bajan y bajan mientras que la codicia de banqueros, constructores y políticos no parece sufrir merma alguna. Pocos pisos se van a vender en un país de menesterosos como el que está quedando.

Yo creo que el señor ministro se calla que si aprueba el gobierno algo de una lógica tan aplastante como es la dación en pago, quizás los bancos dejen de pagar las campañas electorales a su partido e incluso en un alarde de crueldad sin parangón, les llegue a reclamar lo que les deben. Mejor, mucho mejor y más fácil, pasarse por el arco del triunfo las necesidades de la gente, el deseo de los españoles, el bienestar de la ciudadanía y las resoluciones de la Unión Europea.

El señor ministro debería tener en cuenta quien le paga el sueldo y manifestar un respeto a sus patrones, aunque sospecho que a estas alturas del partido, el señor ministro utiliza su sueldo de señor ministro para pagar las propinas que reparte entre empleados propios y ajenos.

Y si alguien a estas alturas cree que esto con el PSOE no pasaría que le de una vuelta a los ocho años pasados en los que estas cuestiones ni se mencionaron si bien se encontraban presentes y eran tan reales como ahora mismo.

Ya sé que esto no es tema habitual de este mi humilde blog pero me he indignado mucho y sentía necesidad de "gritar". Ustedes perdonen.


Alberto Ruiz Galardón en el momento de tratarnos como si fuésemos gilipollas. 

lunes, 8 de abril de 2013

El fútbol y yo

Hola. Me llamo Alfredo, soy varón español y no me gusta el fútbol.

Más de una vez he tenido la ensoñación de descolgarme con este parlamento desde un atril emplazado sobre una tarima ante un auditorio de tipos que comparten esta rareza. Cuidado porque conozco al menos dos con el mismo síndrome así es que siendo raro, no lo es tanto. En general no soy de mirar deportes televisados, me aburren soberanamente las retransmisiones deportivas. El tenis me parece un coñazo, la fórmula I me resulta un bodrio infumable, las motos otro tanto, el golf no lo soporto, la natación me desespera... Hace unos tres años descubrí que hay tíos que se dedican a ver deportes en televisión. Les da igual el deporte que sea, simplemente se distraen mirándolos. ¡Qué pesadez! Todo esto no tendría nada de particular si no fuera porque entre las retransmisiones deportivas que encuentro soberanamente aburridas está el deporte nacional: el fútbol. Sólo me lo he pasado bien mirando el fútbol cuando me he sentado con amigos a ver un Madrid - Barcelona y teníamos a mano algún amigo catalán al que maltratar psiquicamente si ganaba el Madrid o que nos hiciese escarnio si ganaba el Barcelona. El colmo del aburrimiento fue la final del mundial, ese que lleva ganando España no sé cuantos años ya y gracias al cual vamos superando la situación económica. Yo estaba en Nantes, acababa de llegar, y con mucho esfuerzo conseguí encontrar una cadena de televisión que retransmitiese el evento así es que me senté a ver aquello. Estaba solo. Vi el partido, no pasaba nada y aquello se me empezó a hacer aburrido pero yo lo miraba como deber patrio. Y venga a dar vueltas aquellos tipos con la pelotica y no pasaba nada. Vi media hora y nada, una hora y nada, hora y media y se acabó el partido sin goles. Entonces se pusieron a jugar un rato más, parece que no habían tenido suficiente. Ahí es cuando ya no aguanté más y me fui a hacer un pis. Bueno pues retorno del excusado a seguir cumpliendo con la patria y resulta que han metido un gol y yo allí intentando celebrar con efecto retroactivo. Fue una experiencia muy frustrante y muy ridícula, menos mal que no me vio nadie.

Pero lo que realmente me irrita del fútbol, aparte del alarido ese del "gooooooooooool", es la machacona información que te tragas quieras o no y el atocinamiento mental que provoca en no pocos congéneres. Yo, que soy muy de radio, me veo asaltado continuamente por programas deportivos que dedican el 95% de su tiempo al fútbol y el 5% a todos los demás deportes con especial atención a ese otro coñazo que es la fórmula uno. Los programas deportivos cuentan, entre otras cosas, con la participación de los oyentes. Si hubiese sido psicólogo creo que habría abierto una línea de investigación sobre el tipo de especimen que se dirige a estas tertulias abiertas, a sus actitudes y sus formas de expresarse. Escucho a personas que hablan con pasión verdadera sobre las cuitas del tuercebotas de Mourinho, de estrategias deportivas como el que habla de política y de manifestaciones de apoyo al entrenador como si estuviese organizando una protesta para tomar el Palacio de Invierno. Se escucha a individuos hablando apasionadamente de jugadas, de la actuación de un árbitro, de un fichaje... todos son súper-expertos. Recuerdo que hace algunos años los sevillanos salieron masivamente a las calles de su ciudad para impedir que su club de fútbol bajase a segunda división por impago de sus impuestos (o algo así). Lo que no hacían para protestar contra el desempleo, los problemas de vivienda o el saqueo de la administración estuvieron dispuestos a hacerlo por el fútbol. Esto me trae a la cabeza el dato de la deuda monstruosa que los clubes de fútbol mantienen con Hacienda, que somos todos, y que asciende a 752 milloncitos de euros de nada. Tampoco me sorprende porque unos cuantos de los responsables de clubes de fútbol son constructores y ya sabemos cómo las gastan esos.

Sin embargo soy víctima de una suerte de justicia bíblica y mi hijo varón, el que ha de propagar mi ilustre apellido a la próxima generación, me ha salido forofo. El jodío está pendiente del puñetero fútbol, ve los partidos, lee el marca y se me planta una camiseta de fútbol para salir a la calle. ¡Dice que es del Rayo Vallecano y se declara seguidor del Chelsea! En mi casa, que se veían los informativos de TV hasta que empezaba el bloque de deportes, momento en el que se cambiaba el canal como si tal cosa, ahora es una tragedia y una pelea con la criatura que siempre manifiesta un desmesurado interés en saber lo que se dice de la lesión de un fulanito, del último exabrupto de Mourinho o de las tensiones en el banquillo del Barça. Encima a la que te descuidas te suelta un speech sobre jugadas maestras, te describe el paradón de Casillas o el cabezazo de no sé qué jugador dell Valencia. Es horroroso porque por más que le explicamos que no nos interesa el tema el insiste una y otra vez en narrarnos gestas futbolísticas.

Debe ser una mutación porque ni en casa de mis padres ni en la mía se vio nunca el fútbol.


¡Jo qué diver!

martes, 2 de abril de 2013

Huida de Españistán

Como en esas películas de saga he llegado a un punto de mi crónica en que tengo que meter un capítulo con este título. Igual que había un "Planeta de los simios", seguida de un "Retorno al planeta de los simios" y rematada por una "Huida del planeta de los simios" yo he querido hacer mi huida de Españistán. Pensaba haberlo contado más adelante pero el artículo recomendado por Gina Anónimo, habitual comentarista de este mi humilde blog y que se puede leer con un click aquí para quien se lo haya perdido, me ha empujado a contar lo de hoy. El artículo por cierto lo firma un tal Pedro Simón que no es nada mío y a quien no había leído jamás hasta hoy.

Hace unas semanas comenté que el devenir de la vida me había conducido a esa situación entre surreal y mitológica que es el desempleo en nuestro país. Lo encuentro surreal porque seis millones de personas sin posibilidad de trabajar, sin más opción que las ayudas estatales, un 26% de la población, me parece un imposible, algo completamente ajeno a la realidad. Simplemente no puede ser que nos sobre lo que consumen esos seis millones de personas y aquellas que subsisten gracias a ellos. No puede ser que nos sobre tanto. Mitológico porque caer en el desempleo en Españistán es como ser víctima de uno de aquellos castigos tremebundos que imponían los dioses griegos. El paro es algo de lo que aparentemente no se puede salir. Si eres mujer porque nadie te contratará, si eres joven porque nadie quiere jóvenes inexpertos, si tienes experiencia porque resultarás demasiado caro y si no la tienes por bisoño; si pasas de los 45 olvídate de tener más ocupaciones y piensa como empalmarás con la jubilación y si juntas varias de las condiciones mencionadas a un tiempo deja de perderlo y salta desde una azotea, la más alta que puedas encontrar. Desgraciadamente las cosas sí que apuntan en esa dirección. Hace poco me contaban de una excelente profesional de mi sector a la que, tras varias horas de entrevista en creciente armonía, rechazaron por ser madre de un niño de seis ó siete años; el entrevistador decidió que los cuidados que debía dispensar a su hijo irían en detrimento del tiempo (y el alma) que la entrevistada debía dedicar a la empresa. La semana pasada escuché en la radio algo que para mi es un escándalo mayúsculo: la cantidad de miles de horas extraordinarias no cobradas que hacen los trabajadores españoles, en muchos casos para cubrir los huecos dejados por los despidos. Ojo, se referían a trabajadores normales, no a directivos. En mi caso particular un emprendedor español, absolutamente entregado a su empresa y que aseguró tener un grandísimo interés en contar con mis servicios y mi largo currículum tuvo la desfachatez de ofrecerme el salario que ganaba en 1995, a ver si cuela con eso del desempleo y la desesperación y total, a mis años y en el paro, a qué más voy a aspirar.

Antes de Semana Santa tuve oportunidad de hablar a estudiantes del último curso de Biología de mi antigua universidad sobre el panorama profesional que se les presenta. Básicamente les resumí las opciones en dos: emprended o emigrad. Me temo que no queda mucho más que hacer, al menos si tienen en cuenta lo que les sugerí, que se valoren, que no trabajen por una miseria y que no consientan que les hagan de menos. La verdad es que lo tienen difícil en un país en el que los bancos no dan crédito - nunca lo dieron a nada distinto de la construcción- víctimas de una reforma universitaria que les condena a pagar un dinero importante por el segundo ciclo de estudios que ahora se llama "máster" y sin el cual su catalogación académica es inferior a la que obtuve yo hace veinticinco años gratis.

No quiero hablar hoy de los políticos, o no mucho. Es un tema muy manido y no gana uno para escándalos y repugnancia en general. Ayer oyendo la última del político en el yate del narcotraficante pensé que un político hace lo que le pidas cuando le agitas un fajo de billetes igual que un perrito se hace el muertito y rueda sobre su lomo ante la promesa de una golosina. Lo triste es que los políticos sólo son un producto de nuestra sociedad. No se puede tener mala suerte durante 760 años, que son los que han pasado desde la muerte de Fernando III "El santo". Los políticos son lo que son porque nosotros somos así. En esta tierra abundan los pícaros, los ventajistas, los defraudadores y demás gentuza de escasa categoría moral que cuando llega a la política simplemente ejerce de lo que es. Si eso lo juntas con los desmanes de muchos administradores infames por más que sean bienintencionados ya lo tienes todo hecho. Y lo malo es que la gente honrada, que probablemente seamos mayoría, tolera todos esos abusos, nos dejamos arrastrar por las circunstancias, no sabemos qué hacer. Y si no te gusta vete.

En fin, aparte de ese señor empresario tan bueno al que me he referido antes, he estado hablando con gentes de empresas variadas y finalmente he llegado a un acuerdo con una bonita compañía multinacional que me ofrece buen trabajo y mejor paga con lo que he decidido aceptar la propuesta que me hacían. El único inconveniente es que está en el extranjero así es que no me queda otra que huir de Españistán. Me voy a Italia, a Roma. Ya, ya sé que en Italia hay un barullo tremendo, que los políticos son tan corruptos como aquí (últimamente empiezo a tener mis dudas) y que la crisis también golpea fuerte pero la verdad es que como no son míos (los italianos), no me duele que hagan esas cosas y aquí sí.

Como es bien sabido, para mi cambiar de país no significa ni mucho menos dejar de bloggear.