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domingo, 2 de febrero de 2014

Decíamos ayer

Ya hace casi un mes que no escribo nada. Se juntan varias cosas. De una parte la pereza mental propia del ser humano. De otra la falta de tiempo producto de la enajenación que me provocan el trabajo y la vigorexia. Mis días empiezan temprano, acaban muy tarde y el tiempo que me queda lo paso levantando pesas o corriendo por ahí. De todas formas y mirando a las estadísticas tampoco parece que se me haya echado mucho de menos, la verdad. Supongo que desde que empecé a escribir "Lo que me gusta y lo que no me gusta" hasta la fecha he llegado a un punto en que me repito bastante y si gente como Cruz y Raya o Martes y Trece acabaron por perder la gracia con más razón la perderé yo. Y con la gracia perderé el público. Por si esto fuera poco, esta entrada hace la 101, que no está mal, y para acabar de rematarlo esta semana nos dejan - de una u otra manera- algunos ilustres, véase Luis Aragonés, que ha salido del padrón o Pedro J calvorota, que ha salido de la dirección de El Mundo cosa que, por si a alguien le interesa, me parece fatal, los caciques vuelven a ganar. Todo se conjura, todo me indica que es el momento de dejarlo. No escribas más de estos chico, el tiempo de Españistán se ha terminado.

Se me quedan algunas cosas de las que escribir. Quería terminar la historia de mis vecinos imaginarios, me gustaría escribir sobre las mujeres que conozco y su mucha valía, sobre el machismo en Italia, sobre las riadas que caían sobre Roma el viernes pasado, sobre tantas cosas en fin... Pero algo me dice que ya no más, que no viene a cuento continuar con estos rollos.

Bueno, lo dejo pero no. Creo que recogeré la historia de los vecinos y alguna otra cosa que se me pasa por la cabeza y las escribiré por ahí porque pienso que uno debe dedicar un pequeño espacio a lo que se llama "creación artística". Pintar, escribir, hacer música, son cosas que no sirven de mucho pero que provocan placer a quien las hace y a veces a quien las recibe. Yo sé que una cosa tan poco práctica es escasamente liberal pero qué le vamos a hacer. Pienso como Santiago Ramón y Cajal que la Ciencia y el Arte son las únicas cosas realmente meritorias que ha hecho el hombre. Si uno tiene la capacidad o siente la necesidad de hacer algo de esto, que no sirve para nada pero que está ahí, hala con ello.

Gracias a los que leéis mis tonterías y más aún a quienes las comentáis. Besos y hasta siempre.