Hace una pila de años, allá por el siglo XV, Cataluña, que entonces se llamaba Aragón, y Castilla, que era un reino guerrero y valiente, se casaron y alumbraron una criatura que se empezó a conocer como España. Los reyes que forjaron la unión, Fernando Trastámara, que llegaría a ser rey de Aragón, Valencia, Sicilia, Castilla, Conde de Barcelona y no sé cuantas cosas más e Isabel de Trastámara (eran primos), reina de Castilla y consorte de Aragón, nunca fueron reyes de la criatura España. Tampoco lo fueron sus descendientes que eran reyes y condes de un montón de sitios pero no de España. Un sobrino del rey Luis de Francia fue el primer rey de España, título al que accedió después de una guerra brutal que costó mucho sufrimiento a los paganos habituales, los habitantes de España que a sus lomos cargaron con la construcción de un imperio que nunca disfrutaron.
La criatura España, así de primeras, no resultó mal invento para las clases dirigentes. Creció mucho y muy deprisa y se hizo grande, poderosa y temible. Por alguna razón, los habitantes de la criatura nunca dejaron de ser castellanos, aragoneses o vizcaínos pero hacían las cosas juntos y así se hicieron los amos del mundo, un imperio que luego se hundió por su pésima administración. Pasando los años llegó un rey francés y conforme al estilo de su tierra les dijo que a partir de entonces eran españoles y que se había acabado el cachondeo. ¿Cambió algo en la vida de los que hasta entonces habían sido castellanos, aragoneses y vizcaínos? No, absolutamente nada, siguieron siendo pobres, miserables, viendo a sus hijos morir de hambre y reducidos a la más menesterosa condición. Con eso y con todo, los pudientes de Aragón y Vizcaya, viendo riesgo de merma para sus prebendas, se dedicaron a azuzar al pueblo llano e ignorante para que reivindicase sus tradiciones y señas de identidad. La idea centralista del estado, importada de Francia, resultó ser el contrapunto ideal para estas cosas, dos no pelean si uno no quiere pero un estado centralista le ve de perlas a un separatista. Bueno, pues así andamos desde entonces.
Hoy en día, con todo lo que ha llovido, Castilla y Aragón se han entrelazado tantísimo que resulta difícil saber donde empieza una y termina la otra. Si uno se queda en cosas superficiales es fácil, claro está, pero si se mira lo que marca el día a día no resulta tan obvio. Las economías de los dos reinos son prácticamente una sola, hay una lengua común, una historia común... No hay circunstancias más parecidas en España que las de un madrileño y un barcelonés, ambos tienen idénticos problemas y muy similares disfrutes. Hasta el nivel de corrupción es absolutamente comparable, es muy difícil determinar qué político es más sinvergüenza, si el del PSOE, el del PP o el de CiU. Ahora me intentan, nos intentan vender, que Cataluña es otro país, que ya no es más el mío porque, nacido y criado en Madrid, siento que Cataluña es mi país tanto como el resto. Los políticos catalanes han engañado a mucha gente prometiéndoles un paraíso nacional que no existe porque Cataluña sola no sería España y por lo tanto tendría acceso a muchas menos cosas que siendo España, es mentira, no habría paraíso.
No sé que van a hacer, no sé si me van a poner una frontera para que no pase, si van a echar de allí a mis amigos o si van a reducir a mis compatriotas a la miseria. En cualquier caso me parece una mierda. Yo tengo algunos argumentos para demostrar que los catalanes son tan españoles como yo, a saber:
- Porque todos hablan español y ven masivamente las televisiones españolas.
- Porque se quejan y farfullan de todo lo que está mal pero no hacen por remediarlo.
- Porque les tienen manía a los franceses quienes a su vez los encuentran muy agradables y muy buena gente.
- Porque les encanta andar en la calle a deshora
- Porque tienen unos horarios rarísimos para las comidas.
- Porque se acuestan tarde y se levantan temprano.
- Porque no quieren serlo (españoles).
En fin, es posible que al final haya un referendum y es posible que ganen los nacionalistas. En ese caso se acabará España porque es la criatura resultante de la unión de Castilla y Aragón y si uno se va, ya no hay más unión ni más criatura ni nada. Será una pena. Una pena de verdad.
Sensata opinión la tuya.
ResponderEliminarEn estos últimos años el independentismo catalán ha ganado adeptos día a día gracias a las "separatistas" palabras de algunos politicuchos casposos tipo Monago entre otros.
Gina
Uno de esos xxxx es Wert (hasta me daba mal rollo nombrarlo antes). No hay palabras. Cuanto ha hecho este personaje en pro del independentismo¡¡¡
ResponderEliminarGina
Hay una larga lista. Lo peor es que todo se fundamenta en mentiras. Cataluña no es ni nunca ha sido "tierra conquistada". El único que intentó forzar el uso del Castellano por encima del catalán fue Franco pero no le funcionó; de hecho parece ser que el Castellano está en esa parte del mundo desde tiempos medievales porque es "más fácil" de hablar y escribir que el Catalán. Las aboliciones de fueros y derechos territoriales no proceden de un afán dominador sino que son el resultado de una guerra de sucesión dinástica y de un reparto de pastel. En fin, tantas cosas... La última es que con la independencia Cataluña pasará inmediatamente a tener el nivel de vida de California, ojo, sólo de la parte de Santa Mónica Beach. Y aves tú.
EliminarNuestro amigo si que está contento con todo esto... Y yo también, pero el tiene aún más motivos...
ResponderEliminarSupongo que en su situación es bastante chungo.
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